La belleza ya puede lograrse a través de técnicas absolutamente no invasivas, aplicadas con protocolos cada vez más “socializantes”, que permiten recuperar en el menor plazo posible la vida diaria, y con resultados visibles, pero al mismo tiempo naturales. En respuesta a esta tendencia, nuestro salón utiliza un nuevo instrumento de vanguardia… la radiofrecuencia de última generación para el tratamiento del rostro y cuerpo.
La Radiofrecuencia es un flujo de energía electromagnética que atraviesa la piel, calienta los tejidos desde el interior y ayuda a reactivar los recursos del organismo. Un nuevo sistema que favorece el rejuvenecimiento de los tejidos porque atenúa las arrugas del rostro y la flacidez cutánea del cuerpo, y que trata de forma realmente eficaz las alteraciones estéticas de la celulitis con una metodología extremadamente agradable.
Actúa en las fibras de colágeno que, al tener forma helicoidal, se contraen y hacen que la piel se recompacte. De ese modo se logra obtener una acción sobre el colágeno exactamente contraria a la del envejecimiento.
Resultados:
– los tejidos están más elásticos, con un efecto “lifting” visible.
– tiene un efecto moldeador y detoxificante.
– regula la hipersecreción sebácea.
La radiofrecuencia penetra en los tejidos ricos en agua, mientras que encuentra un obstáculo a nivel de la celulitis y las acumulaciones adiposas (tejido con escasez de agua). En esas zonas se transforma en calor y tiene la propiedad de reactivar los procesos metabólicos naturales de las células.
Resultados:
– incrementa la vascularización.
– favorece la eliminación de residuos y toxinas.
– desarrolla una excelente actividad lipolítica.
El calor provoca un mayor flujo sanguíneo y una mejor oxigenación de los tejidos, favoreciendo el drenaje linfático de los radicales libres con el consiguiente restablecimiento de la correcta actividad celular.
Resultados:
– mejora la estasis veno-linfática.
– estimula la auto-regeneración de colágeno y sustancia fundamental.
– favorece la tonificación de los tejidos.
Las alteraciones estéticas del rostro y del cuerpo pueden tratarse de manera extremadamente eficaz, potenciando cualquier tratamiento profesional.